Vivimos en una sociedad que cada vez va más rápido y tiene menos tiempo para cocinar. Por ello, el microondas se ha convertido en el mejor aliado para el día a día. Pero, ¿corremos algún riesgo o son solo mitos?
El uso del microondas se ha ido extendiendo como la pólvora desde que llegara a España a finales de los años 70, casi diez años más tarde desde que se comercializaron los primeros modelos en EEUU en el año 1967. Costó mucho que en España se extendiera su uso, pero actualmente casi todos los hogares cuentan con uno y lo usan prácticamente a diario.
En los años 90 un nutricionista suizo llamado Hans-Urich Hertel presentó un pequeño estudio con datos desconcertantes sobre la peligrosidad del uso de este electrodoméstico. Según su investigación, los alimentos preparados en el microondas podrían causar cambios en la sangre y ser cancerígenos. Pero su estudio no vio la luz. La organización sueca de comercio, Swiss Association of Dealers for Electro-apparatuses for Households and Industry consiguió una orden del juzgado para prohibir al Doctor Hertel declarar que el uso del microondas podría ser peligroso para la salud. Después de una dura batalla judicial por la censura a la que había sido sometido el estudio, el doctor Hertel fue compensado por la violación a su libertad de expresión.
A pesar de ello, la FDA (U.S. Food and Drug Administration) -agencia norteamericana de vigilancia sanitaria-, aseguró que la intensidad de las ondas del microondas están muy por debajo del nivel considerado peligroso para la salud.
Existen multitud de mitos y leyendas acerca de la peligrosidad del microondas, pero debemos tener en cuenta que no todo lo que leemos es cierto. De hecho, Internet es una fuente de informaciones falsas no contrastadas que se extienden con gran rapidez sin contener ninguna fuente oficial o de referencia científica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales industrias y los gobiernos defienden el uso del microondas y aseguran que es seguro para la salud.
Chefs y químicos de todo el mundo, en calidad de expertos pertenecientes a la Fundació Alicia (centro de investigación sobre la innovación tecnológica en la cocina, la mejora de los hábitos alimentarios y evaluación del patrimonio agrícola), están inmersos en un estudio sobre los ingredientes adecuados para este tipo de cocción. El estudio ha concluído con una idea casi unánime: se puede cocinar comida de verdad desde 0 con este sistema, desde una crema de verduras hasta postres que no requieren grandes temperaturas para su cocción, como pequeños pasteles. De hecho, el sistema permite un calentamiento en el microondas del interior al exterior del ingrediente, y sin que se caliente el aire circundante como en el horno. Esto significa que no se puede lograr una alta temparatura necesaria para preparar platos específicos, pero sí permite obtener una temperatura constante para elaborar con pequeños pasos una receta, y permite de este modo resolver fácilmente los problemas corto tiempo disponible que tenemos en el día a día.
Una recomendación: los fabricantes aconsejan dejar reposar los alimentos dentro del microondas durante unos segundos para evitar posibles lesiones y quemaduras.
¿Quién no ha escuchado alguna vez que el uso del microondas puede provocar una pérdida de nutrientes en legumbres y verduras?
Lo cierto es que cualquier alimento pierde propiedades -aunque en mínimas cantidades- cuando recibe calor, ya sea mediante la agitación de moléculas de agua (proceso que lleva a cabo el microondas) o por el uso de planchas y hornos para cocinar los alimentos. Sin embargo, sí es cierto que dependiendo del proceso de cocción que llevemos a cabo los alimentos pueden perder menos propiedades, pero no se ha demostrado que el uso de microondas provoque un mayor efecto que otros sistemas de cocción.
Foto: DO & CO Catering- commons.wikimedia.org
Para saber un poco más sobre el microondas
Los orígenes de este pequeño electrodoméstico se remontan al año 1946, cuando el doctor Percy Spencer (ingeniero de la Raytheon Corporation) estaba trabajando en un proyecto de investigación relacionado con el radar. Un hecho casual hizo que viera un comportamiento desconcertante en su proyecto y decidió iniciar una serie de experimentos para ver cómo se comportaban las microondas con los alimentos. En 1946 patentó el invento como una forma de cocer alimentos y un año más tarde empezó a comercializarse en los EEUU.
El funcionamiento del microondas se basa en la generación de ondas electromagnéticas en la frecuencia de las microondas -cerca de los 2,45 GHz-. Su uso es muy sencillo y práctico, pero su principal característica -hecho por el cual está tan extendido- es la rapidez con la que es capaz de cocer, descongelar y calentar todo tipo de alimentos.
¿Sabías que...?
Los primeros microondas comercializados a finales de los 60 en EEUU costaban la friolera de entre 3.000 y 5.000 dólares.
En España costó que se extendiera su uso y su precio rondaba las 500.000 pesetas.