Durante el invierno las bajas temperaturas influyen en el tipo de comida que nos apetece comer. El frío típico de esta estación favorece la elección de sopas, cremas, guisos y demás platos calientes para combatir los rigores invernales frente a otras comidas como las ensaladas, por ejemplo, que solemos disfrutar más en verano para contrarrestar el calor del estío.
Cuando hace frío, cualquier plato caliente ayuda a entrar en calor, pero hay comidas que nos reconfortan más que otras. Es el caso de las sopas, un plato por excelencia para combatir el frío. Pero no todas las comidas son iguales. Por eso, hemos seleccionado aquellas que son perfectas para los días más gélidos del invierno.
Una de ellos es la famosa sopa minestrone, realizada a base de verduras de temporada (calabacín, cebolla, tomate, zanahorias…), alubias blancas, pasta, queso parmesano y albahaca. Admite variaciones en cuanto a los ingredientes se refiere, por ello también podemos encontrarla elaborada con arroz, e incluso con carne. Es una comida nutritiva, sabrosa y fácil de preparar.
La sopa de ajo es quizá otro de los clásicos estos días. Típica de nuestra gastronomía, es el plato que solían tomar nuestros abuelos a la hora del almuerzo para entrar en calor mientras desarrollaban sus tareas diarias. Aunque se la conoce también como sopa castellana, debido a que es propia de la región castellano-leonesa, es un caldo que podemos encontrar en muchas cocinas españolas los días previos a la Semana Santa.
Por supuesto, también podemos cocinar el típico cocido madrileño, o las archiconocidas sopas de verduras o pollo, que casan bien con cualquier segundo que queramos preparar.
Si nos gusta la cocina internacional podemos probar a cocinar un guiso de carne típico de la cultura popular húngara: el gulash. Se trata de un estofado muy sencillo para el que solo necesitarás carne de res, pimentón, pimiento rojo y cebolla. Como la sopa castellana, era el plato de las clases más humildes, aquel que preparaban para combatir las inclemencias del frío. De ahí que sea perfecto para estos días.
Volvemos a nuestra tierra para degustar otra de las recetas tradicionales de nuestra cocina: patatas a la riojana. Este guiso de patatas, chorizo, cebolla, ajo y pimiento choricero es típico del norte peninsular, sobre todo de La Rioja y las provincias limítrofes. Además de ser una opción que no requiere gran esfuerzo en su preparación, es muy económica.
La caldereta de cordero es otro clásico de estas fechas en nuestro país. Como la mayoría de los platos, se prepara a fuego lento para que la paletilla de cordero que le da nombre quede tierna y sabrosa.
Y no podemos olvidarnos de las legumbres, un alimento barato y muy nutritivo que nos hará entrar en calor casi inmediatamente. Podemos elegir entre una amplia variedad de platos, como lentejas con chorizo o a la jardinera, guiso de garbanzos, alubias estofadas, fabes con almejas… La lista es enorme.
Si nos gusta el vino, nada mejor que acompañar nuestra sopa o guiso con una copa de tinto. Es la pareja perfecta para degustar un buen plato y, además, nos ayudará a entrar en calor.