El trabajo de sus padres y la incompatibilidad de compaginar ambos horarios obligan a los progenitores a confiar en la idoneidad de los menús que elaboran los centros escolares o las empresas de catering que suministran estos servicios a los colegios.
Muchos colegios cuentan con servicio de cocina exclusivo, pero cada vez son más los que contratan a empresas de catering especializadas en menús escolares.
Por ello nos preguntamos: ¿realmente sabemos qué comen nuestros hijos? ¿Es adecuado el menú que preparan estas empresas para satisfacer sus necesidades nutricionales? ¿Qué pasa si somos vegetarianos o nuestra religión nos prohíbe comer un determinado alimento?
Vayamos por partes. A priori, todas las empresas especializadas en menús escolares deben seguir las recomendaciones elaboradas por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. Para ello este organismo cuenta con el Documento de consenso sobre la alimentación en los centros educativos, que fue aprobado en 2010, herramienta que funciona como una guía que informa sobre cómo tiene que ser la alimentación de los niños y adolescentes en los comedores escolares.
Este documento presenta una tabla con las raciones recomendadas para los menores que comen en los centros escolares, tabla que deben seguir todas las empresas que se encargan de la alimentación en los colegios.
Los menús
En líneas generales, los menús deben estar compuestos por primer plato, segundo plato, guarnición y postre. Para los primeros platos se recomienda la ingesta de legumbres, hortalizas y verduras entre una y dos veces por semana, alternando estos alimentos con otros como arroz y pasta, cuyo consumo debe ser inferior: un día a la semana. Por supuesto, la pizza no se incluye como pasta.
Por su parte, los segundos platos deben combinar la carne y el pescado dos o tres veces a la semana, y también debe incluirse el huevo, aunque solo se recomienda su ingesta una o dos veces a la semana. Estos platos se acompañarán de sus correspondientes guarniciones, guarniciones que apuestan por las verduras y ensaladas, lo que no quiere decir que uno o dos días a la semana se puedan acompañar estos platos con patatas y hortalizas.
Finalmente, como es lógico, los postres muestran una clara preferencia por la fruta fresca y de temporada, que puede alternarse un día a la semana con algún lácteo.
Las frituras y los precocinados deben ser reducidos, como reducido también debe ser el uso de la sal en el preparado de los alimentos.
Por lo que respecta a las bebidas, solo se admite agua para acompañar los menús.
Siguiendo estas premisas, las empresas de catering que suministran menús a los centros educativos de nuestro país deben organizar sus platos en función de los criterios expuestos en este documento. Solo así se aseguran de que los alumnos cubren las necesidades nutricionales necesarias para afrontar la jornada escolar y su correcto crecimiento.
Intolerancias y preferencias alimentarias
En el caso de las intolerancias, desde la Agencia se indica la necesidad de facilitar alimentos adaptados al alumnado con intolerancias alimentarias o alergias, o, en su defecto, que estos puedan disponer de elementos de refrigeración y calentamiento para que puedan consumir en condiciones óptimas los platos que sus familiares preparen. La mayoría de las empresas de catering cuentan con menús adaptados a estos niños, por lo que los alumnos alérgicos pueden comer platos alternativos que no contengan el alimento al que son intolerantes (leche, huevo, gluten, pescado, etc.).
Y lo mismo sucede en aquellos casos en los que el centro cuenta con alumnos diabéticos o con necesidades alimentarias especiales. En la actualidad, gran parte de estas empresas suelen proporcionar alternativas para que estos alumnos puedan seguir la alimentación que su médico les ha prescrito. La adaptación a estas necesidades por parte del centro educativo es una de las premisas que ofrecen la mayoría de ellas.
En este sentido, también los alumnos con preferencias alimentarias pueden disponer, si el centro lo permite, de platos específicos adaptados a sus necesidades. Dada la gran variedad de preferencias alimentarias que componen el panorama social y educativo de nuestro país, basadas en su mayoría en aspectos culturales o religiosos, cada vez son más la empresas de catering que ofrecen menús alternativos elaborados siguiendo estas premisas especiales, sin olvidar los criterios nutricionales que también deben seguir estos alumnos.