Para acertar en la elección es necesario que el centro de mesa:
• sea el adecuado para la ocasión
• tenga colores parecidos al estilo de la mesa
• que alinee sus tonalidades o formas con el menú, convirtiéndose así en una apuesta refinada
Nada de rosas ni orquídeas. Sólo flores de campo de colores alegres, que pueden combinarse con elementos simples y fácilmente disponibles.
* Los recipientes de vidrio (reciclados en casa): si no contáis con mucho tiempo podéis colocar sobre la mesa diferentes vasitos con ramilletes de flores. Si queréis que el efecto sea mucho más elegante podéis añadir en el borde de cada recipiente una tira de encaje o una cinta de seda; si preferís las atmósferas shabby chic usad un cordón natural o revestir el tarro con yute; si os gustan los colores podéis utilizar acrílicos para pintar los recipientes del mismo color que la mesa: si dejáis algún espacio trasparente y colocáis velas en su interior obtendréis un mágico juego de luces.
* Las bolsitas del pan: poned un vaso de agua dentro de cada bolsita y llenadlo de flores frescas. Conseguiréis un centro de mesa simple pero muy original.
* Tacitas, teteras y cajas de lata: con un toque vintage, esta opción os permitirá recuperar la antigua vajilla de porcelana de vuestra abuela, decorándola con flores y hilos de perlas.
* Si no queréis renunciar a las flores pero tampoco queréis cortarlas podéis utilizar como centro de mesa una planta: colocada en un vasito, dará color y olor a todo el recibimiento. Además, después podéis aprovecharla para regalársela a vuestros invitados como recuerdo del evento.
* Soluciones insólitas: presenta las flores en una probeta o tubo de ensayo o repártelas por toda la mesa creando una gradación de colores perfecta.
* Arbustos, ramas o cortezas: utilizad ramitas secas y decorarlas con mariposas o pájaros artificiales. También podéis utilizar pequeñas fotos en blanco y negro de los anfitriones o invitados.
* Hojas: colocad hojas secas en un vaso alto y transparente y llenadlo de agua, dejando flotar alguna que otra vela. Esta opción es muy acertada sobre todo en otoño, aunque también podéis optar por colocar un candelabro y rodearlo de pétalos de hojas.
* La fruta: esta idea puede resultar muy económica y original, ya que sólo necesitas un recipiente transparente lleno de agua y de fruta. Presta atención a las combinaciones de colores y de olores, como por ejemplo la manzana y la lima, las nueces y las naranjas o el pomelo y el limón.
* Las velas: se trata de una solución clásica pero efectiva. Podéis utilizar botellas, vasos o espejos para recrear un espectacular juego de luces.
Centros de mesa originales
* Las conchas: una fiesta en la playa puede decorarse con elementos del mar, como por ejemplo las conchas o las estrellas marinas y las maderas pulidas por el mar.
Foto: http://lacasadecloti.blogspot.com.es
* Los globos: tanto suspendidos en el aire como repartidos por el suelo, los globos se convierten en una solución rápida, económica y alegre.
* Objetos simbólicos: utilizad elementos extravagantes que reflejen vuestros gustos e intereses, como por ejemplo las cámaras de foto, los libros clásicos o las muñecas matrioskas.
* Peces rojos: si colocáis pequeños peces de colores en bolas de cristal conseguiréis un centro de mesa que sorprenderá gratamente a vuestros invitados.
* Fotos: usad las fotos del anfitrión como centro de mesa, quizá bajo una bonita campana de vidrio.
* Las piedras: recógelas en cualquiera de tus paseos por la playa o por el bosque y tu centro de mesa estará hecho. Puedes repartir las piedras alrededor de una vela para conseguir un resultado mucho más espectacular.