El pasado mes de agosto leíamos en la prensa que Italia iba a debatir una proposición no de ley contra la dieta vegetariana en los niños. De este modo, Elvira Savino, diputada de Forza Italia, sacaba a colación la idoneidad, o no, de que los padres impusieran a sus hijos esta práctica alimentaria que podría perjudicar el normal desarrollo de los menores.
La difusión de casos de niños hospitalizados debido a déficits vitamínicos ha planteado la controversia sobre si sería correcto que los niños siguieran la dieta vegetariana o vegana de sus progenitores.
Está claro que inculcar a los niños unos hábitos de vida saludables es sumamente importante para que estos crezcan sanos y fuertes. Comer sano es fundamental para evitar la obesidad infantil y la diabetes en edades tempranas, a la par que ayuda a prevenir otras enfermedades.
Precisamente por ello, los expertos en nutrición y educación infantil llaman la atención sobre la necesidad de llevar a cabo una alimentación variada que permita cubrir todas las necesidades nutricionales y alimentarias de los menores. En aquellas familias vegetarianas y veganas, la pauta alimentaria de los hijos sigue los hábitos de los padres. De este modo, cada vez son más los niños y adolescentes que basan su alimentación en este régimen alimenticio. Ello hace que reflexionemos si los menores que practican el vegetarianismo tienen realmente cubiertas sus necesidades nutricionales, tan importantes para el crecimiento y el desarrollo mental.
A favor
Algunos investigadores defienden que determinados estudios han demostrado que los niños y adolescentes cuentan con todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo y crecimiento. Investigaciones realizadas en EE. UU. o el Reino Unido apuntan que los menores, lejos de presentar carencias, tienen altos niveles de vitaminas y minerales, niveles que son incluso superiores en el caso de la fibra, por ejemplo.
Además de evitar la obesidad, alegan que seguir esta dieta previene enfermedades cardiovasculares, tradicionalmente asociadas al consumo de grasas.
A pesar de ello, los expertos recomiendan tomar aportes de calcio para reforzar los niveles de este mineral y evitar así problemas óseos que puedan afectar a la edad adulta. Y lo mismo sucede con algunas vitaminas, como la B12, para la que también se recomiendan suplementos. Según los partidarios del vegetarianismo, con estos aportes adicionales y la inclusión de legumbres, cereales, grasas vegetales y sustitutivos de la carne, los menores tendrían cubiertas todas sus necesidades nutricionales, sin poner en riesgo su crecimiento o desarrollo.
En contra
A pesar de los beneficios que apuntan los partidarios de una dieta vegetariana, han sido varios los casos de menores ingresados como consecuencia de déficit vitamínico. Y lo cierto es que una de las mayores carencias que presentan los vegetarianos, y también los veganos, es la carencia de la vitamina B12, fundamental para el nuestro metabolismo y para el funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, así como para la formación de la sangre y de algunas proteínas. Esta vitamina no se encuentra en los vegetales, por lo que la falta de esta sustancia, si no se suple, es peligroso para el desarrollo de los niños.
Otros nutricionistas añaden que, además de la vitamina B12 y del calcio, los niños y adolescentes que siguen una dieta vegetariana pueden presentar carencias también de vitamina D, hierro y cinc.
Por tanto, está claro es que a la hora de elegir si nuestros hijos deberían o no seguir una dieta vegetariana los expertos coinciden que lo mejor siempre es consultar con un experto en nutrición que planifique la alimentación del menor de manera adecuada para que no existe ningún tipo de déficit vitamínico que perjudique su crecimiento.