Las distintas formas de ahorrar agua, la preparación de los alimentos o escoger los productos, muebles y electrodomésticos adecuados son algunos de los elementos a tener en cuenta para hacer de éste un mundo mejor.
Disfrutar de una cocina estilosa y bonita no tiene que estar reñido con un buen o mal trato hacia el medioambiente. La optimización de recursos y el cuidado del entorno en el que vivimos es algo que debe aplicarse a los aspectos más cotidianos de nuestra vida, entre ellos la cocina.
Según un estudio estadístico realizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España en 2011, “Los alimentos ecológicos se encuentran ya en la cuarta parte de los hogares españoles". No hacen falta grandes gestos para tener una cocina más sostenible y ecológica.
Ahorrar agua
El agua es un bien muy valioso y en cambio muchas veces nuestros gestos no son un claro reflejo de su importancia. ¿Has pensado alguna vez la cantidad de litros de agua que se desperdician cuando nos lavamos las manos? Solamente cerrando el grifo en este momento, puedes ahorrar hasta 6 litros de agua por minuto. Además, instalando un grifo con un aireador reduce el consumo de agua en un 30%, sin olvidar la necesidad de usar filtros de presión por aire o poner en marcha el lavavajillas cuando éste está lleno. Todo ello supone un gran ahorro.
El ahorro de energía
Es un elemento a tener en cuenta y puede aplicarse en muchas acciones e instalaciones de la cocina. Un ejemplo simple es cocinar con la tapa puesta ya que de esta manera ahorrarás un 30% de energía. Aislar adecuadamente todos los electrodomésticos, evita la pérdida de temperatura y logra un mejor funcionamiento. Además, descongelar regularmente el frigorífico puede suponer un ahorro del 30% de la energía que consume el aparato. Eso sí no debes abrir el frigorífico o el congelador muchas veces al día.
Muebles de madera eco-sostenible
Si lo que se busca es renovar la cocina, es necesario que los muebles, suelos y superficies de trabajo estén hecho de FSC (Forest Stewardship Council), madera certificada que indica que procede de fuentes sostenibles. Otra opción seria utilizar muebles de bambú, una materia prima más ecológica y sostenible que la madera a causa de su rápido crecimiento. Los fabricantes de electrodomésticos en países de la Unión Europea están obligados a etiquetar sus productos con la cantidad de energía que gastan. Las indicaciones se clasifican en siete clases de etiquetas distintas en función de su consumo eléctrico. Se distinguen por colores y letras del abecedario desde la A (la más eficiente) en color verde oscuro hasta la G (menos eficiente) en color rojo oscuro. También es importante comprar los electrodomésticos estrictamente necesarios, cambiarlos sólo cuando sea necesario.
Alimentos a Km 0
¿No hay nada mejor que consumir alimentos propios no? Bien, se debe intentar consumir productos elaborados o obtenidos en un entorno muy cercano, a ser posible cultivado ecológicamente. Hará que te sientas mejor ya que potenciará el comercio de la zona y el cuerpo agradecerá consumir productos de temporada.
Evitar embalajes
Además se debe limitar la compra de alimentos empaquetados y, evitar embalajes contaminantes para conservar los alimentos. Una buena alternativa es usar fiambreras o envases de cristal retornable.
No desperdiciar la comida
Como no puede ser de otra manera, se debe intentar no tirar la comida. Bastantes hogares desperdician casi 25% de la comida que compran, hecho que supone grandes emisiones de CO2 y mucho dinero perdido. Existen acciones más concretas a tener en cuenta que ayudan a hacer de la cocina un entorno sostenible y ecológico. Por ejemplo el simple hecho de calentar solamente aquello que se va a consumir. No se debe calentar más comida de la necesaria ni calentar más agua de la imprescindible para hervir. Además se debe apagar el fuego minutos antes para poder aprovechar el calor residual y así acabar de cocinar.
Reciclar la basura
Por último que deciros… ¡Reciclar está de moda! Aunque es sin duda el consejo más repetido actualmente y cada vez somos más los que reciclamos, sigue habiendo gente que no empieza a hacerlo. Reciclar es sencillo si se tienes las bolsas necesarias para depositar los envases, cartones y cristales… que se vayan consumiendo. Reciclando una botella de plástico en lugar de fabricar una nueva, se ahorra suficiente energía para mantener iluminada una bombilla de bajo consumo de 11W durante 33 horas.
No lo olvides, cuidar del medio ambiente, es también cuidarte a ti mismo y todas aquellas personas que vendrán. Pequeños gestos pueden cambiar el mundo.