Llega San Valentín y el consumismo se dispara. Durante los días previos las parejas buscan regalos que simbolicen algo especial, detalles que muestren el cariño que se profesan. Precisamente por ello, es quizá en estos momentos cuando más valoramos presentes que, lejos de ser caros y materiales, representan mejor que nada la ilusión puesta en un trabajo artesanal dedicado a la persona que quieres.
Hay muchas maneras de contar historias de amor, algunas más originales que otras. Una forma muy divertida y romántica de hacerlo es con galletas. Existen muchas recetas de galletas. Nosotros hemos apostado por las de canela, ya que son las que más suelen gustar, pero podemos emplear otra receta que conozcamos.
Para elaborar nuestras galletas de canela necesitamos los siguientes ingredientes:
- 250 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 2 huevos XL
- 600 gr de harina de repostería
- 270 gr de azúcar glas o glasé
- 12 gr de canela molida
- Molde para galletas de forma rectangular o cuadrada
- Rotuladores de tinta comestible para decorar las galletas
- Caja metálica
En un bol echamos la mantequilla y el azúcar. Con la ayuda de una batidora de varillas, batimos hasta que esté integrado completamente. Añadimos los huevos y seguimos mezclando nuestra masa. A continuación agregamos la harina y la canela. Batimos todo muy bien para que la masa quede suave y consistente.
Una vez esté la masa lista, nos ponemos a trabajar en una superficie de trabajo grande y limpia, que habremos enharinado antes. Con las manos amasamos durante 5 o 10 minutos más. Con la ayuda de un rodillo, extendemos la masa, no demasiado, ya que estas galletas tienen quedar algo gruesas (entre 3 y 5 mm). Con un molde de galletas rectangular o cuadrado de tamaño mediano comenzamos a cortar las galletas.
Una vez las tengamos todas, tendremos que meterlas una hora en el frigorífico antes de hornearlas. Pasado ese tiempo, las introducimos en el horno a 170-180° durante 12-15 minutos (dependerá del tipo de horno que tengamos).
Cuando se enfríen, nos pondremos con la decoración. Lo bueno de los rotuladores con tinta comestible es que hay de varios colores. Además, la punta suele ser fina, por lo que nos permite dibujar lo que queramos sobre las galletas. Para que quede un acabado más profesional puedes poner glasa o un trocito de fondant encima de la galleta.
Como lo que queremos es que las galletas sirvan como soporte para contar nuestra historia como pareja, lo ideal es que dibujemos aquellas escenas o momentos que han sido muy importantes para nosotros (nuestra declaración de amor, la primera cita, el momento en el que nos fuimos a vivir juntos, la boda…). Si no somos muy duchos con el dibujo, siempre podremos explotar nuestra vena poética, escribiendo frases que nos representen o que muestren lo que sentimos por la otra persona. También valen fragmentos de poemas, letras de canciones… Podemos escribir aquello que mejor nos defina, y cuyo mensaje tenga un significado especial para nosotros. Si estás pensando en algo más original puedes dibujar una letra en cada galleta y tu pareja tendrá que unirlas para descubrir el mensaje.
Finalmente, buscamos una caja y las guardamos dentro para que nuestra pareja pueda conservarlas siempre.
Como vemos, se trata de un regalo muy original y económico, que podemos hacer nosotros mismos y que sorprenderá a la persona que queremos.