Irrumpieron en la gastronomía española hace relativamente poco y la sensación es que siempre han estado aquí. Las Cake pops nacieron como un vistoso e irresistible mini bizcocho cubierto de chocolate, crema, founde… y presentado en un soporte tan sencillo como es un fino palo de madera o una brocheta.
Así han conquistado el corazón de cocineros, maestros pasteleros, amantes de las tendencias gastronómicas y, ahora también, el de los chefs. Todos encuentran en su forma redondeada y en la comodidad de sus porciones individuales, un sinfín de posibilidades con las que crear. Lo más destacado es que resultan un imaginativo recurso gastronómico para eventos de empresa. En especial, para aquellas celebraciones temáticas o deportivas donde se busca sorprender a los invitados y dejar una buena impronta.
Las Cake Pops representan el medio perfecto para comunicar, disfrutando de un exquisito catering. Y esto lo consiguen por su atractivo y la presencia que aportan, combinando todo tipo de toppings –chocolate blanco, chocolate negro, mini golosinas…-y soportes –pinchos, cubiertos y otros piks de originales formas como lápices, paraguas...-. Jeanne Massa, directora de Operaciones para España y Francia de El Tenedor, es una de las directivas que gusta agasajar a prensa, clientes y distribuidores con Cake Pops personalizadas. En sus sofisticados caterings estos mini postres, que ya tienen versión salada, ocupan un lugar preferente, presentándolas sobre el emblema de su empresa: coloridos tenedores de plástico. Es puro marketing gastronómico.
¿Cómo posicionar las Cake Pops en los caterings?
Hay que dar rienda suelta a la imaginación y a lo que mejor se adapte a ella. Las Cake Pops se cuelan en los caterings como una novedosa manera de presentar la porción perfecta de un pastel. Las modas en dulces están cambiando: son más pequeños, ligeros y a menudo saludables utilizando ingredientes alternativos como la stevia para endulzar. El tamaño de las porciones va en disminución y se opta por la variedad, que a su vez favorece al presupuesto.
Moda pasajera o no, las Cake Pops son la versión suave de las Cup cakes. Su mayor propulsora es Angie Dudley. Golosas a la vista, muy fáciles de preparar y flexibles en su elaboración resaltan sobre la mesa. Si se prescinde del palito, tenemos las típicas Cake Balls; similar a una trufa y presentadas sobre un molde pequeño de papel rizado. Son un bocado delicioso también en versión salada: rellenas de gambas, verduras, legumbres… donde la masa es más parecida a un Muffin y se decoran con salsa mahonesa, salsa rosa, especias, curry, hierbas aromáticas o aderezos.
Las Piruletas de Chocolate ultracongeladas
Las Piruletas de Chocolate elaboradas con pancakes de Ibepan son la versión profesionalizada de las Cake Pops. Aunque no tengan mucho que ver con el producto original, estas piruletas cumplen una función similar: ser un dulce delicioso y muy decorativo para buffets, banquetes, caterings o carros de postres. Un largo y fino palo de madera sostiene dos blinis unidos por una fina lámina de chocolate y bañados de varias coberturas combinadas de chocolate negro, blanco y chocolate con leche. Se presentan al profesional ultracongeladas para que sea más fácil utilizarla..
Sorprender a través de los alimentos no es nuevo pero sí lo es que éstos se conviertan en una codiciada tarjeta de presentación para las empresas. Determinar cuando un producto va a ser una moda y un top de ventas puede ser sencillo siguiendo estas pistas. Se prima la combinación de sabores, de colores y olores para sorprender a los clientes. Tienen trayectoria detrás –en el caso de las Cake Pops se utilizan en EEUU desde hace 20 años- y destacan por su gran versatilidad para dar juego y poder utilizarse en todos los fines que las empresas solicitan de un catering.
¿Te apuntas a la moda?
