Haz tú mismo los centros de mesa para tu banquete
Artículo revisado por el Comité
Los centros de mesa son un elemento fundamental para aportar detalles a un evento. Te mostramos algunos ejemplos que podrás hacer con tus propias manitas. ¿Te atreves?

Muchas veces no es necesario gastar mucho dinero para conseguir decorar un espacio con encanto y buen gusto. Un ejemplo son los centros de mesa para tu banquete. Sí es cierto que si los encargas será más sencillo, pero el precio será más elevado y tus centros no tendrán ese encanto que les da el haberlo hecho tú mismo, a mano. Hay infinidad de opciones: formas, materiales, alturas, etc. Lo que está claro es que debes dejar volar tu imaginación y tener ganas para hacerlo. Hoy te damos algunas ideas con flores, plantas, papel,... y te enseñamos cómo hacerlos. Pero antes, toma nota de algunos consejos.
1. Ojea los ejemplos que te enseñamos, ¡inspírate!
2. Haz un pequeño diseño en una hoja de papel: te ayudará a hacerte una idea del resultado final
3. Prepara los centros de mesa con tiempo: seguramente tengas que hacer más de dos y de tres, ¡organízate!
4. Haz una prueba para ver si te gusta el resultado
5. Trabajo en cadena: pida a familaires y amigos que te ayuden y formad una cadena de producción. Será más fácil, rápido ¡y divertido, claro!
Esta es la idea de este centro de mesa, donde además de crear algo bonito estamos reciclando objetos que hubiéramos desechado. Solo necesitarás tarros de diferentes medidas y formas. Por ejemplo, los botes de patatas cilíndricos de una famosa marca de aperitivos, botellines de cristal de zumo, tarros de cristal de conservas, etc. También necesitarás cuerda, puedes encontrar carretes enteros en ferreterías o tiendas de manualidades, incluso en grandes almacenes. Elige los colores pensando en lo que colocarás dentro de los botes, para que quede bien combinado. Lo único que tendrás que hacer cuando tengas todos los "ingredientes" es poner cola blanca en los tarros e ir enrrollando la cuerda, con cuidado de que no quede espacio de una vuelta a la otra. Deja que se seque y coloca las flores que hayas elegido dentro de los tarros. ¡Y ya lo tienes!
Este ejemplo requiere algo más de "maña", pero nada que no puedas conseguir después de practicar un poco. El elemento principal es el papel. Te recomendamos que elijas los papeles ya de los colores que quieres, para no tener que pintarlos más tarde. Elije el tamaño que quieres que tengan las flores y recorta los papeles en forma de círculos, más grandes para las hojas de fuera y más pequeños para las hojas de dentro. Corta tiras en el círculo, haciendo la circunferencia. Cuando tengas todas las tiras cortadas, redondea las puntas y rízalas. Empieza por el círculo más grande y luego los más pequeños. Cuando lo tengas pega un círculo encima del otro, cerrando cada vez más la flor. Ahora solo te queda añadirle unas hojas recortadas con papel y poner tus flores en un tarro de cristal con piedras. Bonitas, ¿verdad?
El ejemplo más sencillo, para aquellos que vayáis con prisas o no os guste mucho eso de poneros a hacer manualidades. Necesitarás: un tarro de cristal, una vela de menor tamaño y fruta de temporada (en la foto, arándanos rojos). Colocáis los elementos como se ve en la imagen, y listo. También podéis sustituir la fruta fresca por piedrecitas o arena. Más fácil imposible, ¿no?
A pesar de su sencillez, este centro de mesa es realmente bonito, ¿no os parece? Necesitarás: un tarro de cristal, agua, flores, tira de encaje y un lazo. La tira de encaje puedes encontrarla en carrete, y así cortarla a la medida que te vaya bien para tu tarro. Vigila bien las medidas y combina los colores. Inspiración vintage para un banquete actual. Buena idea, ¿no?
Hay muchos elementos cotidianos que tiramos a la basura y que podríamos reciclar. ¿Alguna vez se te había ocurrido que con unas sencillas latas de conservas pudieras hacer un centro de mesa tan elegante como este? Simplemente necesitarás latas de conservas y pintura. Lava con cuidado las latas, con cuidado de no cortarte. Si los bordes tienen peligro de cortar, fórralos por dentro con cinta de carrocero o similar. Pinta la parte baja de la lata con pintura apta para pintar en metal, y deja secar. Si quieres que los bordes te queden rectos usa cinta de carrocero aquí también.
Las latas son de lo más polivalentes. El ejemplo que te poníamos arriba del todo está compuesto por una lata pintada, encaje y cordón, pero también puedes usar cinta adhesiva decorada, por ejemplo.