En la actualidad centenares de pequeñas y medianas empresas dedicadas al catering escolar tienen que soportar una deuda que oscila entre los 100.000 y los 500.000 euros. Esta situación representa, para las grandes multinacionales del catering, una oportunidad de expansión de negocio, pues se ofrecen a comprar la deuda a cambio de quedarse con la contrata en los colegios.
Esta es la situación de muchas empresas que prestan sus servicios en los comedores escolares de los colegios públicos de nuestras comunidades, pues las administraciones están impagando las ayudas al servicio de comedor. Esta situación se arrastra desde el pasado octubre y como explican algunos empresarios del sector "la sensación de asfixia empieza a ser hastía".
Ante este panorama, son las pequeñas y medianas empresas, las más afectadas con diferencia, pues son las que trabajan para colegios en zonas con familias con menos recursos, en colegios de atención educativa singular (CAES) o en centros de educación especial, puesto que todos los niños son becados y dependen, por tanto, íntegramente de la subvención.
En algunos casos se está pagando la deuda con el fondo que dispone el propio colegio, pero esta medida no es la solución al problema, sino al contrario, lo único que favorece es que agrava aún más la situación. Al final no es más que en un pez que se muerde la cola. Los pequeños empresarios del catering ven como las grandes multinacionales se aprovechan de la crisis para ampliar mercado y así aumentar ingresos.
Debe tenerse en cuenta que, como ejemplo para el caso, en la Comunidad Valenciana, la factura del comedor supera los 102 millones de euros al año, por eso se entiende que se trata de un mercado muy apetecible.
Foto: Sbt Bilbo Eskola S.L