A día de hoy, las fiestas privadas y las bodas se han convertido en eventos personalizados y variados. Hay muchas tendencias para convites, vestidos de novia, decoración… así como distintas opciones para elegir el emplazamiento adecuado o el servicio de cáterin que mejor se adapta a nuestros gustos. De hecho, actualmente no hay una única pauta que se deba seguir y junto a los tradicionales convites, con menús que se toman sentados en mesas, se escogen otras opciones más modernas e informales que no implican comer sentado. Son igualmente elegantes y buscan crear un ambiente cercano e íntimo entre los asistentes y los propios novios.
Una de estas opciones, que en los últimos años ha sido muy demandada, es la parrillada mixta, de carne o pescado, que se acompaña de verduras, mazorcas de maíz y quesos; todo ello aderezado con especias que aportan un sabor único y especial.
La disposición de las barbacoas hace que el convite se desarrolle de un modo diferente. El cocinero encargado de la preparación de los platos suele colocarse en la esquina del espacio. Previamente habrá instalado la parrilla y contará con todos los medios necesarios para organizar una barbacoa sin que el espacio se inunde de humo. Para darle un toque más festivo, ese rincón suele adornarse con flores y guirnaldas.
Lejos de lo que se cree, optar por una barbacoa o parrilla como plato secundario en una boda es una elección que gusta mucho, tanto a los propios novios como a los invitados, que ven cómo se preparan los platos en directo y pueden comprobar la frescura y calidad de los ingredientes que el chef emplea para elaborar la comida.
Como hemos adelantado, las ventajas no son culinarias. Estos convites crean una atmósfera especial en la que existe un sentimiento de convivencia, cercanía y felicidad. Por ello, son los más indicados para ceremonias pequeñas, que no alcancen los 75 invitados. Si además se amenizan con música dulce como jazz o blues, y luces retro que aporten calidez al ambiente, el resultado será mágico.
Por supuesto, para que la comida sea exquisita, es menester contratar a un profesional especializado en parrillas y barbacoas, ya que, aunque muchos no lo creen, cocinar la carne adecuadamente y conseguir el punto perfecto es una tarea más compleja de lo que se piensa. Como complemento, este chef tendrá que contar con un camarero, que será el encargado de ofrecer la carne, el pescado y las verduras a los invitados.
Las carnes y pescados suelen estar marinados y, además de verduras y maíz, suele haber arroz blanco, por ejemplo, para que los invitados elijan aquellos acompañamientos que prefieran. Un consejo: el uso de especias suele aportar un sabor exquisito a los ingredientes, pero no es recomendable abusar de las salsas ni de los alimentos picantes, por cuanto no a todos los invitados les gusta este tipo de sabores. Se trata de que todos disfruten de la comida y se deleiten con el sabor de los alimentos cocinados a la parrilla.
Para finalizar, es igual de destacado que pensamos también en las bebidas. Lo ideal, como siempre, es poder ofrecer variedad. Por eso, a los vinos blancos y tintos podemos añadir cervezas de malta, sangrías y, por supuesto, agua.