Es cierto que en verano las cenas son más ligeras, y que los días muy calurosos nos apetece menos comer. Por eso las empresas de catering echan mano de su imaginación durante el verano para ofrecer platos sabrosos y, sobre todo, fresquitos en espacios abiertos o acondicionados para hacer de la velada un evento especial.
El buen tiempo, las noches largas y la proximidad de las vacaciones hacen del verano la estación ideal para muchas celebraciones, fundamentalmente las nocturnas. Todo ello es tenido en cuenta por los profesionales que se dedican al catering, que adaptan sus menús y la organización de los eventos a esta época estival.
Lo primero es buscar el entorno ideal para desarrollar el evento. Si hemos decidido apostar por espacios interiores, es indispensable que estos estén bien acondicionados para soportar las altas temperaturas veraniegas.
Si por el contrario, queremos una celebración al aire libre, es mejor buscar espacios amplios, donde haya vegetación que aporte sensación de frescor, pero que a su vez está debidamente protegido y adaptado para la comida, sin riesgo de insectos, roedores…
Por lo que respecta al menú, hay que apostar por platos ligeros y fríos, como ensaladas y crudités. Por supuesto, a pesar del calor, no hay que huir de la cuchara. Las cremas y consomés fríos son un plato perfecto para estas celebraciones estivales. Además del típico gazpacho o de la tradicional vichyssoise, las empresas especializadas en el sector innovan para ofrecer platos tan exquisitos como gazpachos de cerezas o remolacha, vichyssoises de manzana o zanahoria, mousses de berenjena o pisto, ajoblancos de melón o coco, y hasta salmorejos de aguacate.
Los platos principales, también ligeros. Por eso las empresas de catering elaboran menús en los que los pescados y mariscos son los protagonistas. Si queremos carne, mejor optar por el pollo o el pavo, que son más ligeras.
Como no podía ser de otro modo, todo ello amenizado de cervezas, zumos, cócteles, espumosos y vinos blancos y rosados. Si queremos degustar tinto, mejor elegir un vino joven.
Como colofón final, los postres, donde dejaremos atrás los merengues y las tradicionales tartas para degustar mousses, tartas frías, helados y, como no, surtidos de fruta de temporada. Finalmente, durante la sobremesa, nada mejor que infusiones frías para compartir esos momentos de complicidad que se producen tras las celebraciones.
Para terminar, debemos tener presente que en verano hay que prestar especial atención a la conservación de los alimentos. Por eso, el lugar que elijamos para nuestro evento deberá contar con un espacio convenientemente refrigerado para ello.