Cocinar carne es más complicado de lo que parece a simple vista, porque hay que conseguir darle el punto perfecto a la pieza para saborearla como se merece.
En una parrillada sucede lo mismo. No basta con poner la carne sobre la parrilla y esperar a que se haga. Para conseguir que nuestra parrillada sea perfecta debemos prestar atención a una serie de elementos que resultarán claves en el resultado final de la carne. ¡Toma nota!
Conoce los tiempos de cocinado de la carne que vayas a emplear
No todas las carnes necesitan el mismo tiempo de cocción para estar al punto. Hay carnes que se cocinan en menor tiempo y otras que requieren de una elaboración mayor. Saber esto nos ahorrará dejar cruda carnes que requieren un tiempo mayor de cocinado o chamuscar otras que se hubieran hecho en menos tiempo.
Además de para saber el tiempo que debemos tener la carne sobre la parrilla, conocer los tiempos nos servirá para organizar qué carne cocinamos primero y dónde tenemos que colocarla sobre la parrilla para que el resultado sea perfecto.
El corte de la carne también es muy importare, ya que si la pieza es demasiado gruesa necesitará mayor tiempo que si se trata de un simple filete. Por tanto, estas cuestiones son clave para que la parrillada sea todo un éxito.
Prepara un buen fuego
Una buena parrilla se consigue con una buena cocción de la carne, y esta, a su vez, depende del fuego que preparemos. Tenemos que estar atentos para evitar que el carbón o la leña que usemos desprend chispas que podrían tiznar nuestra carne. Tampoco es recomendable que salga mucho humo, pues este afectará al sabor de las piezas que estemos cocinando.
Por último, los expertos en parrilladas recomiendan conseguir un fuego uniforme para que la carne que pongamos en la parrilla se haga correctamente y que no esté demasiado fuerte para que las piezas no se quemen.
Evita colocar la parrilla cerca del fuego
Cuanto más cerca coloquemos la parrilla peor se hará la carne. Lo único que conseguiremos con esto es que por fuera se haga demasiado, incluso se chamusque, y por dentro se quede cruda o poco hecha.
No le des la vuelta continuamente
Los aficionados a las barbacoas nos ponemos a girar las piezas de carne continuamente con la esperanza de que esta se haga por todos los lados igual, pero con ello solo conseguimos alterar la elasticidad de la carne y que esta suelte la grasa, fundamental para que quede sabrosa y tierna. Debemos prestar atención a la carne en todo momento y solo cuando estemos seguros de que se ha cocinado por un lado, le daremos la vuelta para que se haga por el otro.
Compra siempre carne de calidad, nunca congelada
Por supuesto, la carne que compremos para nuestra parrillada debe ser de calidad. Hay que adquirir solo productos frescos, que muestren una apariencia rosada, nunca brillante, y que tenga algo de grasa, pues hará que resulte más jugosa y sabrosa al paladar.
Del mismo modo, hay que evitar comprar carne congelada o poner en la parrilla carne que hayamos congelado previamente, pues este proceso impedirá que se haga correctamente y que quede jugosa y tierna.