Alquilar un lugar especial para celebrar la boda, como los castillos o las villas históricas, puede costar entre los 2.000 y los 4.000 euros, sumando posteriormente los precios del catering y de los preparativos. ¿Cuál es la alternativa? Escoger restaurantes, casas rurales o locales de playa que cuenten con cocina interna y que puedan ofreceros una buena propuesta enogastronómica.
Escoger una residencia o una villa de cuento para celebrar la boda es cada vez más raro, sobre todo porque a día de hoy son muchas las parejas que optan por disfrutar de su día en una casa rural, donde pueden estar en contacto con la naturaleza y con la autenticidad de los productos locales. Este último factor genera que el coste de la comida del banquete sea mucho más bajo de lo habitual.
Para reducir los gastos evitar las cenas llevadas a mesa con seis platos: optad por la fórmula del buffet, que resulta mucho más informal, económica y atractiva. Si os casáis por la mañana podéis ofrecerle a vuestros invitados un completo brunch, sustituyendo en un único servicio tanto el desayuno como la comida y mezclando al mismo tiempo productos salados y dulces. Si la boda se celebra por la tarde, organizad para vuestros invitados un happy hour con platos fríos y calientes y pequeños entrantes de pasta, carne y pescado. Un modo ideal para optimizar el buffet es escoger productos de quilómetro cero e ingredientes locales. Se ahorra, se come sano y además se contribuye a mejorar la economía local.
Si el tiempo lo permite, es mejor organizar un picnic al aire libre o a orillas del mar que celebrar el banquete dentro de un castillo. Esta opción informal no implica ningún coste de localización y ofrece un catering natural y económico, aunque es esencial que ese día no llueva.
Cada vez son más las parejas organizan su propia boda como si se tratara de otra clásica cena entre amigos. Los esposos ofrecen el vino, el champán y el resto de bebidas, mientras que cada uno de los invitados trae un plato diferente preparado en casa. La atmósfera que se genera a través de esta opción es de lo más agradable, sobre todo si contáis con verdaderos cocinillas entre vuestros amigos.
Debemos admitirlo: nuestra boda no tiene nada que ver con la de William y Kate, que contaban con un presupuesto de 100 millones de libras, invitaciones de oro, una decoración localizada en la Abadía de Westminster, música, flores y tartasde más de cinco pisos. Nuestro presupuesto no admite ese tipo de alturas, por lo que se recomienda optar por una tarta nupcial pequeña, algo decorada para las fotos, y otra más simple con el mismo relleno, para repartirla entre los invitados.
Si tienes algún familiar o una amiga apasionada de la pastelería puede que le apetezca regalártela. Pregunta, ¡es gratis!
• Evitad el fin de semana: casarse de lunes a viernes es más barato;
• Escoged la fecha con anticipación: esto os permitirá preparar personalmente y a mano las decoraciones, las mesas y los regalos;
• Eliminad el gasto del fotógrafo y pedid a algún amigo que capte con su cámara los mejores momentos de la celebración, compartiéndolos al instante en las redes sociales.
• Reducid el número de asistentes e invitad a las personas necesarias: ¿estáis seguros de querer compartir un día tan importante con aquella prima segunda que no veis desde hace años?
• Para la música también podéis recurrir a vuestros amigos, sobre todo si alguno de ellos es DJ o cantante de algún grupo de música. ¡Su actuación puede convertirse en vuestro regalo de boda!
• Compartid vuestra fiesta con otra pareja: podréis ahorraros la mitad del presupuesto en la decoración de la iglesias.
• Para la decoración floral y el resto de accesorios escoged soluciones creativas y económicas como el uso de botellas, latas, cajas de fruta con flores del campo, etc.
• Pedid ayuda económica en la red para financiar vuestra propia boda: ¡bienvenidos a la era de los matrimonios crowfunding! Se trata de un nuevo método de recaudación con el que los novios sustituyen los regalos de boda por dinero. En una lista virtual se establece el coste total de la ceremonia, especificando por ejemplo el precio final del vestido, del vídeo o del banquete. Las personas que participan económicamente pueden obtener un obsequio muy especial, como por ejemplo una camiseta con la foto de los novios.