El arte de tallar frutas y verduras con fines decorativos recibe el nombre de mukimono, es una técnica tradicional de origen japonés que, poco a poco, se ha ido extendiendo y, actualmente, incluso se emplea en algunas guarniciones.
Es la presentación perfecta para cualquier ocasión, tanto si se presenta como postre en una comida o una cena, como si completa un desayuno, una merienda o un brunch.
El protagonista indiscutible de los sorbetes ha sido siempre el limón, ya que su sabor ligeramente ácido refresca el paladar y es ideal para diluir los sabores de los platos antes de degustar el siguiente. Sin embargo, últimamente se apuesta por otras frutas como la mandarina, el mango o frutos rojos como la frambuesa o la grosella.
Lo ideal es mezclar frutas más ácidas con otras más dulces para conseguir un efecto sorprendente y refrescante.
Formando parte de un pastel o tarta: Bien como elemento decorativo o como ingrediente principal, las frutas son un elemento que conjuga bien con todo tipo de tartas y pasteles.
Foto de Goblin Catering.
El yogurt con frutas es todo un clásico de la gastronomía mediterránea y conforma un postre especialmente sabroso y con gran aporte vitamínico.
En los últimos años estas fuentes se están convirtiendo en las auténticas protagonistas de todo tipo de celebraciones, tanto formales como informales, y frutas como las fresas, el plátano, el kiwi o la naranja se alzan como el mejor acompañamiento para degustar el chocolate.
