Adiós a un falso mito: el pan no engorda
Artículo revisado por el Comité
Tradicional enemigo de las dietas, el pan aporta nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

¿Cuántas veces hemos escuchado a algunas personas decir que no comen pan porque engorda? Es uno de los alimentos perjudicados en las dietas hipocalóricas, y sin razón, ya que el pan, lejos de engordar, aporta una cantidad importante de energía que nuestro cuerpo necesita. Eso sí, siempre desde la perspectiva de un consumo razonable.
¿Cuánta energía aporta el pan?
La energía del pan proviene fundamentalmente de su contenido en hidratos de carbono, necesarios para llevar una vida sana y saludable. Por ello, eliminar el pan de nuestra dieta supone un importante agravio a la salud.
Los hidratos de carbono son obligatorios para desarrollar con normalidad nuestras rutinas diarias, sobre todo en el caso de los niños, ya que aportan la energía necesaria para superar con fuerza las actividades escolares y los consiguientes deberes. De ahí que la OMS recomiende que se consuma diariamente entre 275 y 375 gramos diarios de pan.
Siempre se le ha achacado al pan su alto aporte calórico, pero lo cierto es que este es bastante moderado si lo comparamos con las necesidades de una persona adulta con una vida sedentaria. En este sentido, 100 gramos de pan solo aportarían 230 calorías de las 2400 que necesita una persona completamente sana. Como vemos, una cantidad muy baja que no justifica la mala fama que tiene este alimento.
El pan, un aliado para prevenir el cáncer de colon
Las propiedades y beneficios de este alimento son incuestionables. Es rico en vitamina B y en minerales como el potasio, el fósforo o el magnesio, así como en fibra. Elaborado con proteínas origen animal, su ingesta disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como han apuntado expertos en nutrición. De hecho, las personas que toma pan diariamente tienen hasta un 30% menos de riesgo de sufrir este tipo de afecciones.
Pero aún hay más. La fibra, no solo presente en el pan integral, es indisoluble, por lo que incrementa el movimiento del intestino durante su digestión, lo que contribuye a la formación de ácidos que protegen contra algunas enfermedades, entre ellas, el cáncer de colon.
Algunos expertos incluso relacionan la disminución en el consumo de pan con el incremento de enfermedades como la diabetes del tipo 2, asociada a la obesidad y el sedentarismo, lo que supone otro punto a favor para no descartar este alimento de nuestra dieta.