Seguro que alguna vez has entrado a un buffet, has visto la mesa y has dicho una frase como: “¡Que rico! o ¡Tengo ganas de empezar a comer!". Recuerda que la comida entra primero por los ojos, luego por la nariz y después pasa a la boca.
Escoger un tema específico para ofrecer un buffet puede ser el primer paso para lograr algo muy original. Sin embargo, has de tener muy en cuenta que la originalidad se encuentra en los detalles, en la forma de presentar la mesa y por supuesto en la propia comida.
El uso que se le da generalmente a la vajilla puede variarse para dar una divertida y diferente sensación. Sentir es la palabra clave si se quiere impresionar a los invitados así que, define la sensación que quieres proyectar, ya sea asombro, elegancia o ternura, entre otras, antes de decidir la comida y la presentación.
Ofrecer un buffet original donde todo esté servido en pequeños vasos, puede hacer que su acontecimiento sea algo realmente memorable, un estilizado vasito lleno de salsa teriyaki y una simple pieza de sushi a medio sumergir o un cóctel de gambas servido en platos pequeños te ahorrarán la molestia de los cubiertos y harán de la mesa una obra de arte.
Otra forma original de exponer un buffet es jugar con la altura y los colores de la vajilla. Escoge platos en diferentes tonos de un mismo color y agrúpalos en la mesas. Al mismo tiempo juega con la altura de la mesa elevando toda comida que se sirva en platos en tonalidades más bajas. Asimismo, disminuye la altura a medida que aumente la intensidad del color.
Por último, puedes solicitar a la persona que se vaya a encargar de la comida que te muestre fotos de eventos previos y no tenga miedo de salir de lo común, de buscar sensaciones diferentes y sobre todo de encontrar una forma de entretener a tus invitados.
Foto: Árbol de chocolate