Cada vez más pastelerías y hornos artesanos de reconocido prestigio se unen a la propuesta de ofrecer sus productos más selectos a través de un servicio de catering. Las propuestas son tan variadas y exquisitas como en el caso de la gastronomía "salada".
Al igual que en el mundo del catering tradicional el paladar de los comensales ha ido educándose en la exigencia de bocados más sorprendentes y de calidad, así se ha ido prestando progresivamente más atención al detalle del momento dulce dentro de las degustaciones gastronómicas.
Pastelerías con sólida implantación en el mercado y novedosas firmas con lo último en tendencias dulces entran con fuerza en el mercado del catering. Dos son las principales vías de presentación de sus servicios, menús exclusivamente "dulces" o incorporaciones a servicios completos de comidas
En el primero de los casos, el servicio se suele dirigir a dos grandes campos, los desayunos de negocios o las fiestas de meriendas, ambos con un público potencialmente diferente. Los desayunos suelen estar pensados para adultos y, por tanto, combinan pequeños bocados de fácil ingestión pero sin renunciar a la delicadeza y variedad. Las meriendas suelen corresponder a fiestas y celebraciones pensadas para el disfrute de los más pequeños por lo que abundan más las tartas variadas, la bollería selecta. No podemos olvidarnos de reservar un espacio para el momento "chucherías", verdadero protagonista de estos eventos. En los dos supuestos, el chocolate en cualquiera de sus variantes tiene que contar con un papel distinguido.
Respecto a las llamadas "mesas dulces" dentro del conjunto de un catering completo, debemos tener en cuenta que habitualmente vienen a sustituir al postre tradicional, por lo que deben cubrir ciertas expectativas. Tienen que incluir tartas, tortas, crepes, helados y frutas, incluyendo desde los sabores más tradicionales a las propuestas más novedosas. Mejor que dispongamos de personal que sirva las porciones, pues mucha gente querrá probar un "poco de todo".
Foto: Le Petit Four