Es la tentación en todas las celebraciones, sobre todo para los amantes del chocolate, que durante el convite cuentan los minutos para poder acercarse a deleitar este placer dulce.
Las fuentes de chocolate se han convertido en un elemento indispensable en cualquier celebración que se precie. Con independencia del tipo de cáterin que se haya contratado o del menú que se haya servido, a la hora de los postres es normal encontrar una mesa dulce donde la fuente de chocolate ocupa un papel destacado.
En otras ocasiones, los invitados prefieren dejarla para más tarde y convertirla en el elemento estrella del momento posconvite, cuando la música indica el comienzo del baile de los novios. Cuando esto sucede, lo habitual es que sean ellos mismos lo que inauguren la fuente, es decir, los que, antes o después del baile, se acerquen a la fuente dulce y prueben el exquisito chocolate que emana de ella.
Las fuentes de chocolate suelen ser de chocolate con leche o de chocolate blanco, aunque lo más adictos al chocolate también pueden pedirla de chocolate amargo o belga. La elección queda a gusto de los protagonistas del evento. Por supuesto, si no somos muy chocolateros, podemos optar por otros alimentos, como el caramelo. Incluso, podemos contratar una fuente de chocolate y otra de caramelo, para deleite de los invitados más golosos.
Justo al lado, para degustar el magnífico cacao semilíquido, se disponen bandejas repletas de gominolas, barquillos, dulces, gofres, crepes, churros, galletas… para que los invitados elijan el acompañamiento perfecto para el chocolate. También, como no, se colocan piezas de fruta cortadas que, sumergidas en el chocolate de la fuente, deleitarán los paladares más exquisitos con esa mezcla de sabores que se disfruta en el paladar. El chocolate es perfecto para saborear plátanos, fresas, peras, manzanas, kiwis, melón, sandía, etc. En realidad, casa con casi cualquier tipo de fruta.
A la hora de colocar la fruta o los dulces para la fuente de chocolate podemos dejarnos llevar por nuestra imaginación. Además de colocarlos en bandejas, que es lo que tradicionalmente se suele hacer, podemos optar por elaborar otras propuestas que aportarán originalidad a nuestra mesa. Por ejemplo, que nos encantan las fresas, podemos pincharlas en palitos de madera, similares a los de los pinchitos, y colocarlas en un jarrón, simulando flores. La mesa de la fuente de chocolate con las fresas dispuestas como flores de un jarrón le dará un toque elegante a nuestro evento. Que somos más de plátano, o queremos colocar nubes de azúcar, podemos hacer lo mismo con estos acompañamientos. O bien, clavar las brochetas que hayamos preparado en una pieza de fruta o verdura de gran tamaño (melón, col…) que, previamente, habremos decorado y colocado con originalidad en la mesa.
La cuestión de presentar la fruta o los dulces pinchados en palillos de madera o bambú es más por una cuestión higiénica que estética. Evitaremos que los invitados toquen los alimentos con las manos. De ahí que, aunque dispongamos las frutas y dulces en bandejas, siguiendo la manera clásica de presentación, sea aconsejable insertarlas antes en estas brochetas.
Con todo ello, solo nos quedará saborear el chocolate mientras disfrutamos de la compañía durante la fiesta.