La fiesta entre amigos y familiares que se lleva a cabo después del rito religioso se trata a día de hoy de una tradición consolidada. Una de las mejores opciones para llevar a cabo una fiesta inolvidable es personalizar la celebración a gusto de vuestro hijo (su color preferido, su comida preferida, etc.), aprovechando toda vuestra creatividad para organizar un evento único e inolvidable.
Recordad que el presupuesto inicial influye considerablemente en la elección del lugar y del tipo de fiesta que queráis realizar, teniendo muy presente tanto el número de asistentes como las exigencias de los invitados más jóvenes.
Se trata de una de las fórmulas más acordes para llevar a cabo este tipo de celebraciones para niños, que suelen organizarse entorno a las cinco de la tarde. Éste es el mejor horario para invitar a los padres, a los padrinos y a los amigos más íntimos de vuestro hijo, procurando que comparta protagonismo con los demás niños de su edad para que no se sienta solo durante la fiesta.
Los recibimientos que se organizan a media tarde son ideales si la celebración se lleva a cabo en casa. Puede contratarse la ayuda de un catering externo, que además de garantizar la calidad de la comida no olvidará preparar platos atractivos y adaptados a los más pequeños de la casa, como por ejemplo las mini pizzas, las mini hamburguesas, las patatas fritas y las magdalenas con formas de animales y personas.
Aunque se trata de una fiesta exclusiva para niños, a los que se les pueden ofrecer zumos de fruta o batidos, el banquete puede incluir alguna que otra bebida alcohólica suave para satisfacer a los adultos, como por ejemplo la sangría o el vino blanco.
Celebrar el banquete en casa puede ser mucho más divertido para los niños, sobre todo si contratamos a un animador personal que les entretenga con juegos variados, teatros, marionetas, actividades manuales, pompas de jabón o espectáculos de magia. Si el espacio de vuestra casa es muy pequeño, podéis optar por organizar la comida en un restaurante o en un agroturismo, una opción muy adecuada para los niños ya que les permitirá correr y divertirse al aire libre durante toda la fiesta. Es recomendable reservar el local con antelación, ya que se trata de un período en el que se llevan a cabo muchas otras celebraciones. También es aconsejable acordar un menú fijo con el restaurante, exceptuando alguna que otra alternativa para los más pequeños de la casa. A modo de consejo, el local no debe estar a más de veinte kilómetros del lugar en el que se lleva a cabo la ceremonia.
La fiesta es para ellos, así que huid de las preparaciones tradicionales y celebrad la comunión de vuestros hijos yendo de picnic, montando en barca o pasando la tarde en un Happy Park. ¡Estos planes serán mucho más divertidos que las típicas comidas en familia!