Muchos novios me preguntan: ¿con cuánto tiempo de antelación tendría que empezar a programar y preparar todo? Pues bien, mi respuesta es: por lo menos con un año de antelación.
Aunque no hay un tiempo definido y que nos garantice que todo va a salir bien, un año es suficiente si nos programamos adecuadamente. El tiempo va a marcar la diferencia entre: hacerlo placentero o con estrés, que todo salga bien, regular o mal. Nosotros decidimos.
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) en el año 2010 se celebraron 169.020 bodas en España y unas 4.035 en Baleares (doy estos datos puesto que yo soy de estas tierras). ¿Qué quiero decir con esto? Pues que la dificultad es obvia a la hora de encontrar fechas disponibles en juzgados, iglesias, restaurantes, hoteles, servicios, etc.
Entonces nos puede pasar que tengamos que empezar a cambiar la fecha que decidimos inicialmente.
Todo lo que se prepara con prisas suele salir mal. Y en este punto no hay muchas excepciones. Os aseguro que los primeros que llegan se llevan la mejor parte. Una buena planificación es la base para obtener un buen resultado y requiere de un determinado espacio de tiempo para su realización.
En un año nos podemos programar y planificar sin prisas, reservando con antelación todo lo que necesitemos e irlo gestionando posteriormente.