En los últimos años hemos asistido a nuevas modas en cuanto a gastronomía y cáterin se refiere. Una de ellas es el brunch, surgido en el ámbito anglosajón para designar la comida que se degusta entre el desayuno y el almuerzo, que se toma a medio día o a primeras horas de la tarde.
El nombre surge de la unión de breakfast y lunch y, según algunas propuestas, el concepto nació entre las amas de casa inglesas, que preparaban estos alimentos para que sus maridos e hijos repusieran fuerzas durante sus quehaceres diarios. Pero las opciones más plausibles sitúan los inicios del brunch en la América de la segunda mitad del siglo XIX. Parece ser que los sirvientes de las clases elevadas inglesas preparaban durante los días festivos diversos platos que mezclaban alimentos propios del desayuno con otros correspondientes a la comida.
Incluso los hay que dicen que el origen habría que buscarlo a finales del siglo XIX en Nueva York, en las comidas que se cocinaban para mejorar los síntomas de la resaca entre los miembros de la alta sociedad.
La singularidad de los platos que mezcla y su capacidad para adaptarse a cualquier espacio o evento, ya sea público como privado, han hecho del brunch una opción cada vez más extendida. Por supuesto, el auge del turismo y la mayor presencia de profesionales y empresas de otros países han acabado por consolidar esta opción gastronómica. Tal es así que muchas empresas organizan brunchs durante sus reuniones de trabajo o presentaciones corporativas. Por supuesto, también las instituciones públicas se han rendido a esta moda.
Particularidades del brunch
- Amplio horario. A diferencia de otras comidas, el brunch puede servirse durante un espacio de tiempo bastante amplio. De este modo, será normal poder tomar el brunch entre las 11:00 y las 16:30 horas.
- Variedad de platos. Como ya comentábamos, dado el carácter intermedio del brunch, es normal encontrar en esta comida una variedad amplia de alimentos que recuerdan perfectamente a los que tomaríamos en un desayuno tardío o en un almuerzo temprano. Así, los brunchs suelen incluir platos dulces, como bollería y tortitas, pero también platos salados, como huevos Benedict, tortillas, bacón, hamburguesas, etc. Por supuesto, también podemos encontrar postres. E, igualmente, una variedad de bebidas: tés, cafés, leches, zumos…, pero también mimosas, cócteles, etc.
- Facilidad para adaptarse a cualquier evento o reunión. Otra de las particularidades de los brunchs es su adaptabilidad. Es perfecto para reuniones y eventos empresariales o corporativos, pero también para celebraciones más privadas, como una boda sencilla e informal, un cumpleaños, etc. También es la comida ideal en casos de congresos, seminarios y otros encuentros entre profesionales.
Además de acoplarse a la perfección al evento a celebrar también casa con cualquier ambiente, ya sea un espacio interior, una sala de reuniones, una feria profesional, un jardín exterior… Da igual de qué sea la reunión y dónde se celebre: el brunch es capaz de ajustarse al espacio que sea.
Por todo ello, muchos son los restaurantes que lo ofrecen, como también son muchas las empresas de cáterin que lo brindan entre sus servicios.