La cocina exótica es una cocina que siempre tiene éxito en la cultura occidental, pero que necesita mano experta y profesional para expresarse mejor; es necesario, por tanto, contar con un especialista en restauración que garantice la calidad y frescura de los ingredientes. La solución que proponemos es una apuesta gastronómica de esencia exótica, con platos procedentes de países lejanos que traigan a su mesa sushi japonés, rollitos de primavera, nachos y guacamole mejicano.
He aquí algunas soluciones que, menos arriesgadas, pueden ser integradas en el seno de un menú occidental más tradicional.
El banquete de estilo japonés
Es una cocina que siempre tiene éxito en la cultura occidental, pero que necesita mano experta y profesional para expresarse mejor; es necesario, por tanto, contar con un especialista en restauración que garantice la calidad y frescura de los ingredientes.
El banquete deberá contener especialidades como el sushi, alimento a base de arroz, pescado y verduras, y el dorayaki, esponjosos crepes rellenos, típicos de la tradición nipona, todo ello regado con sake, té o cerveza japonesa. Para dar un toque completamente personal a tu banquete, reparte entre tus invitados las galletas de la suerte, típicas de Japón, conocidas con el nombre de Daifuku. Asimismo, para personalizarlo, utiliza flores de loto, bambú, calas y capullos de amapolas colocados en el interior de floreros bajos y transparentes lleno de agua. Realiza los marcadores de posición con papel de arroz y escribe proverbios orientales anunciando el evento: ¡asombrarás gratamente a sus invitados!
El banquete de estilo griego
¿Recuerdas los colores, los sonidos y las montañas de alimentos de la película Mi gran boda griega? Con los ajustes necesarios, la comida tradicional griega puede revelarse como una correcta elección, ya que comparte con la española el gusto mediterráneo y el sol.
En el menú no puede faltar Tzatziki (crema a base de yogurt y pepino) con su pita (especie de tortilla de pan), feta (típico queso de cabra), los Dolmades (hojas de parra rellenas de arroz), el Saganaki (sabroso queso frito), la Moussaka (berenjenas con carne Souvlakia picada), y las brochetas de carne de vaca, cerdo o cordero. Para acompañar, incorpora colores, arquitectura y flores (como la orquídea selvática y la purshia stansburiana) que recuerdan a Grecia; considera también la posibilidad de usar los colores de la bandera griega en la recepción, y coloca marcadores de posición azul sobre manteles blancos. Además, asegúrate de mantener el sitio freso y ventilado, si quieres crear una atmósfera auténtica. Encuentra un lugar con columnas griegas que puedan usarse. Si ello no es posible, alquila algunas para adornar el lugar y decóralas con una fina tela para conseguir un look elegante.
El banquete de estilo hawaiano
Si puedes disponer de un lugar sugerente, junto al mar o en una piscina, ¿por qué no optar por un banquete de estilo hawaiano? Es fundamental recrear el ambiente: caminos iluminados con luces de antorchas y linternas, mesas y sillas en el que degustar un cocktail decorado con frutas, pajitas de colores y paraguas de papel.
Entrega collares de flores blancas y fucsias a tus invitados a su llegada. Por lo que respecta a los elementos de mobiliario, puedes crear centros de mesa haciendo muescas en las piñas, tallando fruta (plátanos, kiwis, piñas y cocos) y colocándola dentro de un recipiente transparente, e incluso cosiendo flores con rafia a los manteles.
El menú deberá incluir barcas de piñas con ensalada, atún, carne de pollo y piña; el Lomi Lomi Salmón, plato tradicional de Hawai, y el Atún Poke, una especie de sushi de atún crudo, marinado en salsa de soja, con jengibre y aceite de sésamo, servido con rodajas de pepino para picar.
El matrimonio de estilo árabe
Espacios con decoraciones coloridas y vivas harán de su lugar un sitio único y acogedor, con miradores y tejidos inspirados en las tiendas de los Tuareg, de colores brillantes como el amarillo, el rosa, el fucsia, el turquesa, el naranja, el rojo, el dorado y el plateado. Oro y plata para los cubiertos y los pequeños marcadores de posición; los centros de mesa pueden ser de metal, o pueden usarse las típicas lámparas marroquíes con cristales de colores.
La música oriental será el último elemento para crear una atmósfera de “las mil y una noches". Lo ideal sería, obviamente, llevar a la mesa ingredientes y platos típicos. Por lo que no puede olvidarse el pan árabe, así como los tradicionales platos de cuscús, humus de garbanzos, el kebab de pollo y la salsa de pimientos.
Para concluir el banquete del mejor modo posible, se puede crear un rincón con bandejas de cobre/latón/hierro para el té y otras infusiones (depurativas, la acedera roja, a la menta…), así como montañas de dátiles e higos, que puedan disfrutarse sentados en grandes cojines alrededor de bajas mesas.