Las candy bar -o mesas dulces-, son pequeños bufés (del francés, buffet) que se están poniendo de moda en todo tipo de celebraciones, especialmente bodas y fiestas de cumpleaños.
Son un atractivo añadido a cualquier fiesta, y generalmente eclipsan las miradas de los más pequeños, que hacen cola alrededor de ella para degustar uno de los muchos pastelitos o golosinas de los que suelen estar compuestas.
Uno de los aspectos más importantes es que la mesa dulce vaya acorde con el estilo, la temática y/o los colores de la celebración. Por ejemplo, si se trata de una boda, hay ideas para candy bar nupciales que te dejarán sin aliento. Lo mismo pasa con las fiestas de cumpleaños, y más si son temáticas. La imaginación es el límite, no hay directrices fijas para obtener un buen resultado, solo mucho trabajo por delante.
Cuanto más dulce, mejor
La idea de una candy bar es, precisamente, ofrecer todo tipo de dulces. Originariamente -en Estados Unidos- se solía componer de golosinas de todos los tipos para los niños, pero la idea ha ido evolucionando hasta convertirse en un espacio diseñado con mimo que alberga cupcakes, tartas y un sinfín de productos dulces.
Si no sabemos bien de qué podemos llenar la mesa dulce, te damos algunas ideas que seguro que te convencen:
- Cupcakes; de diferentes sabores y con decoraciones que vayan acorde con la temática de la celebración.
- Galletas artesanas, de mantequilla, de chocolate... ¡o de las dos cosas!
- Caramelos, piruletas, nubes de azúcar, y todas las golosinas que se nos ocurran.
- Tartas y pasteles
- Cake Pops
- Bombones
Y así con un largo etcétera, porque la lista podría ser infinita. Si podemos poner varias tartas y de diferentes sabores, mejor. Nunca sabemos qué le gustará a uno o a otro, y es imposible acertar con todos, por lo que nuestro triunfo será la variedad.
La decoración
Lo primero que debemos tener claro es dónde estará nuestra candy bar. El lugar escogido será el entorno que deberemos engalanar para que todo esté dispuesto acorde con la temática y los colores que hayamos elegido.
Una vez sepamos dónde estará, tendremos que elegir un fondo, que se convertirá en el telón de base para todo lo demás.
Como es obvio, necesitaremos una mesa de las dimensiones que creamos convenientes. Pensad antes lo que se va a servir a los comensales y cuántas personas, pues de ello -en gran parte- dependerá que el espacio sea mayor o menor.
También necesitaremos menaje, como estantes para tartas y cupcakes, cajas y soportes. La mesa debe tener varios niveles, para conseguir un mejor efecto y que quede más bonita y equilibrada. Contra más altura tenga, más espectacular será.
No olvidéis escoger un bonito mantel que cubra por completo la candy bar, así como servilletas, platos y cubiertos. Estarán en un segundo plano, pero es importante cuidar cada detalle.
Añadir cartelitos con los productos que están en la mesa es una buena idea, incluso se puede utilizar para señalar los ingredientes alérgenos. Por ejemplo, indicar si los cupcakes son libres de gluten o si la tarta es sin lactosa.
La importancia de los detalles
Una vez tengamos todos los elementos indispensables, es momento de pensar en los detalles, son los que harán que la candy bar triunfe. Podemos colgar guirnaldas personalizadas, pompones -que están arrasando en todas las fiestas-, globos, farolillos o bolas de papel de nido de abeja. Todo vale, pero sin abusar. Una cosa es querer decorar el espacio con detalles, y otra muy distinta sobrecargar la mesa. Lo importante es encontrar el equilibrio.
Nuestro consejo es que busques, pienses, diseñes... y plasmes tus ideas sobre el papel. Hacer un pequeño esbozo te permitirá visualizar le mesa, hacer borrones y mejorar. Una candy bar no es colocar dulces y decoraciones varias sobre una mesa, es plasmar la esencia de la fiesta en su expresión más dulce.
Si sigues nuestros consejos y te atreves a probar, seguro que tu candy bar se convertirá en algo especial.
